En una extraordinaria ponencia, presentada en el VI Congreso Andaluz del Voluntariado, D. Federico Mayor Zaragoza, con la solera que le da su humanismo desbordante y su experiencia desde la UNESCO, de la cual fue secretario general, pidió a todos los voluntarios fuerza para no desfallecer y cambiar el mundo desde la solidaridad.
Nos recordó que actualmente el mundo, con sus intereses creados y la connivencia de muchos medios de comunicación atados a intereses políticos y/o económicos, está dominado por “las manos alzadas”, los políticos y grandes grupos económicos que toman decisiones a espaldas de las necesidades reales de la gente, y la necesidad de cambiar las manos alzadas que deciden por los demás por “las manos tendidas”, las manos de la solidaridad, las manos que se acercan al otro y le ayudan, que “COMPARTEN”, que es “partir con”.
Una solidaridad que ha de provocar una verdadera revolución: una evolución con la RE de RESPONSABILIDAD.
El G-7 se reúne actualmente para decidir los destinos del mundo. ¡Qué ironía! ¡Los más ricos y avaros encargados de repartir la justicia y la solidaridad!
Cuando los países ricos han aprobado el 0,7% para ayuda a los necesitados, la mayoría no lo ha aportado porque se quejan de que “¡no tenemos dinero!”. Y nos quedamos todos callados, mudos y ciegos, incapaces de ver que ¡el 99,3% se lo han quedado para sus necesidades!, ¡que lo que iban a entregar es un simple 0,7%, frente al 99,3!
Recordando frases que le conmovieron, nos contó la anécdota de un científico, premio Nobel, que en un congreso puso una sola diapositiva con la palabra INDIFERENCIA, señalando que ese era el peor mal del mundo, pues impedía reaccionar y cambiar las cosas. Nosotros, los humanos, nos recuerda D. Federico, somos seres activos, seres de acción; necesitamos ponernos en marcha para cambiar las cosas, para hacer una revolución solidaria desde la educación que, como decía Giner de los Ríos, “es poder dirigir la propia vida”. Una revolución con valores, donde seamos actores y no espectadores del mundo. Cuando cayó el muro de Berlín era de prever la caída del capitalismo salvaje neoliberal, pues “un sistema basado en la igualdad, pero sin libertad, es insostenible; como también lo es uno que se base en la libertad, pero sin igualdad ni justicia”. ¡Qué forma más sencilla y directa de explicar la crisis actual!
Nos animó a aprovechar la crisis actual para darle un cambio profundo al sistema, para salir del mundo del dinero y del poder e implantar el mundo de la solidaridad, la convivencia y la paz basada en la justicia, a no conformarnos y seguir actuando de forma activa en el voluntariado, a ser protagonistas de la nueva Historia. Y ¡cuidado!: si pasa esta oportunidad será muy difícil crear un mundo más solidario y cambiar las actuales reglas del juego.
Voluntarios de Nueva Acrópolis en Andalucía.
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