miércoles, 14 de enero de 2009

¿CRISIS ECONÓMICA O CRISIS DE VALORES?

La Filosofía ante la crisis económica.-

Para la Filosofía es importante saber de qué se habla antes de hablar. Y saber de qué se habla de forma sencilla, manejando con  sentido común el lenguaje y  la búsqueda de la solución más eficaz a través de la razón; Así de simple, y a la vez así de complicado.

 Para los Filósofos de toda la vida, la economía es un Arte, el Arte de la correcta distribución de los bienes y servicios según las necesidades de la Comunidad, y , como todo arte, debe ser manejado por los “artistas” de la economía: los economistas.

 Si una crisis económica se produce, cabe entender que ha habido un error en el Arte de la economía, y que de lo que se trata es de corregirlos según la correcta aplicación de ese Arte, de tal o cúal receta económica…etc,.

 Pero si llamamos crisis “económica” a un total derrumbamiento y caos del estado de cosas porque ni la economía es el Arte de distribución de los bienes y servicios según las necesidades de la comunidad, ni los que la manejan son economistas de conformidad a esta definición, entonces, amigos míos, no hay una crisis económica, sino una crisis filosófica, el problema es previo: NO SABEMOS DE QUÉ HABLAMOS.

Y cuando no se sabe de qué se habla hay que volver a educar, hay que volver a retomar aquella vieja idea de economía y economista: Si nuestro actual sistema económico y financiero está manejado no por personas inegoistas y sin intereses privados como proclamaba Platón, sino por corporaciones complejas formadas por personas de varios países cuyo objetivo es la obtención de beneficio privado, entonces esa corporación ni sabe el Arte de la Economía ni sus dirigentes son economistas: sino mercaderes, esos hombres de Bronce a los que Platón nunca dejaría los asuntos públicos.

 Si los grandes Bancos de Inversión y las constructoras inmobiliarias tienen en sus manos los fondos destinados a satisfacer las necesidades de los propios Estados, siendo estos mismos los que se convierten en deudores de aquellos, a tal punto de que pueden hacer cambiar el signo de un gobierno, entonces, amigos míos, el problema no es económico, sino filosófico.

 Para que hubiera una crisis económica, tendría que producirse una falla en la distribución de los bienes y servicios por algún cálculo incorrecto de las necesidades, y bastaría con un análisis de sus causas y efectos para corregirlos. Parece tan simple como increíble, pues bien, la filosofía, es decir, la ciencia del sentido común hace fácil lo difícil.

Vivimos en un mundo donde el 80% de la humanidad , que produce el 80% de los recursos, sólo aprovecha un 40% de su propia producción; Y dónde un 30% de la Humanidad engorda almacenando el 60% restante: Esta barbaridad no es económica, es una crisis de valores filosóficos.

 Los activistas de derechos humanos ya hace mucho que ha dejado de bastarnos la mayoria democrática de un gobierno para respetarle, sino se cumple con la Filosofía de los derechos humanos, ese gobierno es ilegítimo. Es obligación volver al cálculo de las necesidades por encima de los beneficios, es hora de darle a los economistas filosóficos la palabra.

 Si piensas lo mismo, ven al Foro Social permanente.

Sani

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